Vulnerabilidad psicosocial: cuando el entorno también duele

La vulnerabilidad psicosocial no es debilidad. Es la herida abierta que deja un sistema que no te ve, no te cuida y no te suelta. Aquí te explico por qué importa, y cómo nos atraviesa a todos.
No todo lo que te pasa viene de adentro.
A veces no es tu mente. No es tu “actitud”. No es tu falta de voluntad.
Es tu historia. Tu contexto. Tu acceso (o falta de acceso) a recursos.
Es la forma en la que el mundo se organiza para que a algunos se les exija el triple… solo para sobrevivir.
Eso es vulnerabilidad psicosocial: cuando tu salud mental y emocional no depende solo de ti, sino de lo que te rodea.
¿Qué es la vulnerabilidad psicosocial?
Es una condición en la que una persona o grupo se encuentra en riesgo emocional, psicológico y social por la interacción entre factores individuales y estructurales.
Hablamos de personas atravesadas por:
- Pobreza
- Violencia intrafamiliar o comunitaria
- Desplazamiento forzado
- Racismo, clasismo, transfobia, capacitismo
- Exclusión educativa o laboral
- Discapacidad sin apoyos
- Trastornos mentales sin red de cuidado
No es solo lo que te falta. Es cómo el mundo reacciona ante tu falta.
No es debilidad. Es desprotección.
Una persona vulnerable psicosocialmente no es alguien “frágil”. Es alguien sin red, sin sistema, sin margen de error.
Cuando no tienes a quién llamar. Cuando te enfermas y no hay EPS que te atienda. Cuando ir a terapia es un lujo.
Cuando te toca cuidar, trabajar y sobrevivir… sin tiempo ni permiso para llorar.
Eso no es debilidad. Eso es desprotección social.
Vulnerabilidad no es destino. Pero sí condiciona.
La narrativa del “tú puedes si te lo propones” se cae a pedazos cuando miras la realidad sin filtros:
Hay personas que parten con diez cuerpos de desventaja en esta carrera.
No es que no quieran sanar. Es que están demasiado ocupadas sobreviviendo.
Por eso la salud mental no se puede reducir a “ir a terapia”. También es acceso, comida, techo, red, seguridad y justicia.
¿Cómo se expresa la vulnerabilidad psicosocial en la salud mental?
- Mayor riesgo de depresión y ansiedad crónica
- Estrés tóxico prolongado desde la infancia
- Normalización de la violencia y la precariedad
- Sentimientos de inutilidad, abandono o invisibilidad
- Baja respuesta a tratamientos cuando no hay cambios en el entorno
Y ojo: también afecta al terapeuta. Trabajar con personas vulnerables sin sostén institucional es desgastante, frustrante y a veces desolador.
¿Qué hacemos con esto?
No alcanza con “empoderar” al individuo. Hay que transformar el entorno.
Eso implica:
- Políticas públicas con enfoque comunitario y territorial
- Servicios de salud mental gratuitos y continuos
- Educación emocional desde la infancia
- Redes de apoyo entre pares, lideradas por la misma comunidad
- Psicología que escuche, pero también denuncie
Conclusión: la vulnerabilidad psicosocial no es un diagnóstico. Es una advertencia.
Una advertencia de que estamos fallando como sociedad. De que no basta con decirle a alguien “cuida tu salud mental” si lo estás dejando solo frente a todo lo que lo enferma.
Porque cuando el dolor es estructural, la respuesta también debe serlo.